El solsticio de invierno y la llegada del Año Nuevo a San Cibrao de Las

enero 13, 2015
0 Comment

Ahora que ya entró el 2015 es el momento de comenzar a cumplir todos los buenos propósitos que nos marcamos para el nuevo año. En estas fechas las buenas intenciones abundan y las expectativas acostumbran a ser altas; intentamos desprendernos de los lastres y solemos poner a prueba nuestra voluntad por superarnos con nuevas metas y proyectos.

El Año Nuevo como punto de partida, como idea de renovación y de cambio es algo que se encuentra presente en las tradiciones de pueblos muy diferentes y distantes entre sí, independientemente de su calendario y de la época del año en la que celebren este acontecimiento. Así por ejemplo, los japoneses reciben el año realizando una profunda limpieza de la casa, en el sur de Italia acostumbran a tirar los trastos viejos por la ventana, mientras en algunos países de América del Sur queman muñecos hechos con trapos en Nochevieja. Todas estas prácticas comparten la voluntad por dejar atrás lo viejo y lo negativo, simbolizando el deseo de esperanza y prosperidad para la nueva etapa que comienza.

¿Y los castrexos? ¿Festejarían el Año Nuevo? Lamentablemente no ha llegado hasta nosotros ningún tipo de información que nos lo aclare; sin embargo, sabemos de la importancia que para estas comunidades tenía la medición del tiempo basada en la observación de los astros y sus movimientos-puesto que de esto dependían los ciclos económicos-. En estas fechas y coincidiendo con el solsticio de invierno, los castrexos pudieron tener algún tipo de celebración para conmemorar uno de los momentos de mayor interés del año; ya que este solsticio supone un cambio de ciclo, el final de la oscuridad e infertilidad del invierno, y anuncia la llegada de la luz, del calor y de las cosechas (volvemos a la idea de renovación, de comienzo de un nuevo ciclo…).

Conocemos otros pueblos coetáneos a los galaicos, como fueron los galos y los romanos, cuyos inicios de año también parecen estar relacionados con los ciclos de luz y oscuridad. Muestras de esto son el calendario lunisolar galo de Coligny (donde el primer mes –Samonios– semeja señalar el comienzo de la mitad oscura del año) y la celebración romana del Sol Invictus –nacimiento del Sol- coincidiendo con el solsticio de invierno.

En las proximidades del castro de San Cibrao de Las, concretamente sobre el monte San Trocado, parece producirse un alineamiento coincidiendo con la puesta de Sol en el solsticio de invierno, lo que reafirmaría la importancia de estas fechas para los pobladores de la zona. No sabemos si este solsticio marcaría su Año Nuevo pero seguro que también era día de fiesta…

San trocado

Vista del monte San Trocado desde la muralla exterior de San Cibrao de Las.